jueves, 16 de octubre de 2014

Carcel y Delito

LA CARCEL Y DELITO. CRITICA AL SISTEMA CARCELARIO EN ARGENTINA Y LATINOAMÉRICA. Según reza nuestra carta magna "las cárceles de la nación serán sanas y limpias ,para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquella exija , hará responsable al juez que la autorice. " (art 18 in fine) Esta manda contenida dentro de los postulados petreos de la carta fundamental, entra en franca colisión con el devenir vivencial que se experimenta para quienes habitan ,trabajan o visitan intramuros estas instituciones totales que cobijan por igual a penados y procesados, y amén de las controversias que se sucitan en los pseudodiscursos polarizados entre de "garantistas" y "mano duras", nos proponemos desmenuzar algunas de las aristas mas decisivas que convierten a las carceles en factor multiplicador de la criminalidad ,fenómeno claramente observable cuando se analizan los historiales delictivos de personas reincidentes. Desde un planteo teórico , no pueden soslayarse las disposiciones del art 5 de la Declaración Universal de los Derechos del Humanos que dispone "Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes", como tampoco la manda del art 5 de la Convencion Americana sobre Derechos Humanos, al prescribir : "1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral. 2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. 3. La pena no puede trascender de la persona del delincuente. 4. Los procesados deben estar separados de los condenados, salvo en circunstancias excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su condición de personas no condenadas. 5. Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los adultos y llevados ante tribunales especializados, con la mayor celeridad posible, para su tratamiento. 6. Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados" La referencia textual a la manda Constitucional y los tratados reseñados,que por incorporarse a la misma (art 75 inc 22 CN) tienen idéntica jerarquía , es absolutamente imprescindible si se quiere encarar un marco teórico ,objetivo y certero, que eluda los discursos de conveniencia travestidos bajo el ropaje de inseguridad ciudadana .Ninguna discusión racional podrá ensayarse si se eluden dichos preceptos. Es por ello que "marcada la cancha" como suele decirse en lenguaje corriente, recién entonces podremos abodar esta cuestión tan espinosa ,con objetividad y dentro del plexo legal. La Carcel como factor cuantitativamente multiplicador del crímen es lo que nos preocupa. Es claro que también otros factores inciden decisivamente sobre la progresión geométrica del delito , pero trascienden este breve análisis. Al vertir estos conceptos, no puedo dejar de agradecer al nobel abogado Juan Francisco Pérez, quien me eligió como tutor en su tesina sobre el sistema carcelario, y así corrigiendo cada uno de sus apuntes fuimos elaborando conclusiones,que redundaron en una presentación de su tesis en la UNNOBA ,de carácter absolutamente superlativa , la cual fué elogiada por el jurado evaluador. Este pequeño artículo ,sin pretensiones dogmáticas, pretende ensayar una visión global del sistema carcelario, del cual el polo penitenciario de Junín forma parte, pero en manera alguna nos adentraremos en una visión particularizada de las unidades carcelarias locales, adonde trabajan -nos consta-personas con vocación de servicio y cualidades humanas, como en toda institución . Tampoco vamos a discutir si quienes las habitan ,merecen o no estar allí, ello excede el marco de este humilde aporte .Lo cierto y concluyente adelantamos, es que en el actual sistema de cosas las cárceles son necesarias, aunque nos gustaría que fuesen mejores. Ese es el objetivo nodal y central de estas reflexiones. El Sistema Carcelario en Latinoamérica y Argentina. Resulta sintomático en esta región del planeta,la crisis que manifiestan las instituciones penitenciarias ,especialmente,por la sobrepoblación de prisionizados ,mayoritariamente bajo la modalidad de la prisión preventiva. A estas personas que se encuentran a la espera de una sentencia se le deben sumar aquellos internos que ya se encuentran cumpliendo condena en los mismos establecimientos,es decir que conviven penados y procesados en situación de hacinamiento y comunión de vivencias potenciadoras del crecimiento y fortalecimiento de redes criminales desde las cuales se planean extorsiones, secuestros ,delitos contra la propiedad ,delitos contra la vida y otros actos violentos que replican idefectiblemente sobre la población de extramuros,los ciudadanos comunes. La sobrepoblación carcelaria en países como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, México y Perú, es un problema que tiene sus orígenes en una multiplicidad de factores socio culturales, económicos y oscilaciones legislativas ,que siempre pendulares alternan por temporadas entre el endurecimiento de las penas privativas de libertad,y las excarcelaciones masivas,sin lógica ni dirección definida, llevadas de la mano por discursos de corte electoral mas que de racionalidad. Poco y nada se discute acerca de la falta o ineficiencia de medidas alternativas a la prisión. Dentro de esta geografía convivencial , emergen permanentemente los enfrentamientos entre los internos. No es raro que en un mismo pabellón lleguen a encontrarse enemigos con cuentas pendientes de la calle u otros establecimientos que antes fatigaron en su derrotero de reclusos. El hacinamiento potencia las luchas por el espacio a ocupar , alimentos, ropa, y privilegios . El clima hostil es la constante dentro de un habitat de personas jóvenes ,pobres, de escasa o nula educación y con códigos de marginalidad en progreso. Con ese bagaje de vivencias egresan al cumplir las penas, y tratan de introyectarse nuevamente en un entramado social que los rechaza del plano por su estigma de "estuvo preso",cerrando por completo cualquier posibilidad de inserción laboral. Tal es así, que un elevado porcentaje de internos dicen sentirse menos seguros en el interior del penal que donde vivían antes. A su vez, un porcentaje reporta haber sido golpeado por el personal penitenciario- supera el 60% en El Salvador, Chile y Argentina-. La violencia por parte de otros internos también es alta, más de la mitad reportó haber sido golpeado por otros reclusos. A pesar de que la educación y el trabajo son elementos esenciales para aspirar a una resocialización en los internos, los porcentajes de los mismos en Latinoamérica no son muy prometedores. Así, el porcentaje que trabaja y estudia dentro del penal es mayor al 35% en Argentina, México, El Salvador y Chile. En Brasil, este porcentaje es mucho menor (9.6%), mientras que el porcentaje de la población que no trabaja ni estudia alcanza un 39.7%. Con un bagaje de vivencias desestructurantes y alienantes egresan al cumplir las penas. Son ellos ,los otros,los que estuvieron presos . No en vano las cárceles, los cementerios y los hospitales, historicamente, se erigieron en las afueras de las ciudades, adonde no se veían. Poco margen de maniobra queda entones para el interno egresado, y el delito vuelve a ser la opción, máxime reencontrarse con sus pares barriales que consumen sustancias y también delinquen.La ecuación conlleva a un resultado inevitable, la reincidencia. Con respecto a la situación de las mujeres que se encuentran en establecimientos penitenciarios, ellas enfrentan complicaciones adicionales a la de sus pares masculinos .La instituciones carcelarias para mujeres no están preparadas para atender necesidades médicas específicas. Su situación de vulnerabilidad las hace proclives en muchos casos al abuso sexual por parte del personal penitenciario . Pero más preocupante aún es la situación de las mujeres que conviven con sus pequeños hijos en prisión, sin infraestructura , higiene y asistencia médica pediátrica adecuada para los niños, generando graves consecuencias para estos niños que están prisionizados sin haber cometido delito alguno. Tan elocuente resulta la situación carcelaria en la región , que la Corte Interamericana de Derechos Humanos recomendó en 2011 adoptar las medidas necesarias para asegurarse de que las personas privadas de libertad sean recluidas en condiciones dignas y congruentes con el principio del trato humano. En particular, insistió en adoptar medidas concretas para prevenir y erradicar el hacinamiento. En conclusión , en Latinoamérica la función rehabilitadora de los sistemas penitenciarios ,últimamente no ha sido una prioridad y, por el contrario, las cárceles se han transformado en un espacio que potencia la violencia, los abusos, el fortalecimiento de las redes criminales y la reincidencia delictiva. En lo que más nos preocupa,la reincidencia, se manifiesta con un porcentaje elevado en Chile, alcanzando el 68,7%, siendo escoltado por Brasil, con un 47,4%, y Argentina con un 38,6%. Los porcentajes de reincidencia más bajos los encontramos en El Salvador, con un 10,4%, y Perú, con un 15,8%. Resulta peligroso el eje discursivo que orienta al imaginario social en la creencia de que el encarcelamiento implica la solución a los problemas de inseguridad, mientras que nada se hace para prevenir el delito coyunturalmente ni fomentar la reinserción social de quienes han infrigido la ley ,para que no recaigan nuevamente. Observamos el caso de República Dominicana,adonde se lleva adelante un nuevo paradigma de tratamiento al interno ,que incluye la contratación de personal civil ajeno a la policía y a las fuerzas armadas, programas educativos obligatorios en el interior de la prisión. Esta reforma también ha permitido brindar apoyo a los reclusos para buscar trabajo al ser puestos en libertad y adoptar medidas concretas frente al problema de la sobrepoblación. Chile, se ha puesto en marcha un sistema de cárceles concesionadas (que entrega a entidades privadas la construcción y la administración de servicios, excepto la seguridad) lo cual permitió aumentar la capacidad del sistema; asimismo, una innovación de su sistema procesal penal ha permitido disminuir la cantidad de reclusos sin condena. En Venezuela, el gobierno decretó en 2004 una emergencia carcelaria con el fin de mejorar las condiciones en las prisiones. Se creó un centro modelo de rehabilitación , cinco centros de tratamiento comunitario y se abrieron programas de dotación, formación y atención a la comunidad penitenciaria. En Brasil, en 2011, entró en vigor el cambio en la ley de prisión cautelar, lo cual llevo a que el juez implementen innovaciones en las medidas cautelares - como el monitoreo electrónico o la prisión domiciliaria - antes de enviar a la cárcel a una persona en el caso de delitos de escasa entidad. Finalmente respecto a la Argentina, la situación carcelaria se enmarca dentro de un panorama de hacinamiento por superpoblación, deficiente infraestructura edilicia y atención médica precaria, falta de higiene, violencia, insuficiencia de personal y corrupción. Acerca del tópico de la violencia, se puede constatar facilmente que existen enfrentamientos permamentes entre los internos, muchas veces fogoneados o favorecidos por los guardias,quienes tambien cometen malos tratos y asumen actitudes pasivas respecto de problemáticas de sometimiento de algunos internos sobre otros, obteniendo a cambio ventajas funcionales para el control. Las consecuencias de la corrupción se materializan en la circulación de elementos prohibidos como armas de fuego,facas, drogas,bebidas alcoholicas, celulares y tarjetas telefónicas con las que muchas veces se producen extorsiones travestidas de secuestros extorsivos en perjuicio de ciudadanos incautos. Suelen verificarse también negociaciones espureas con el régimen de visitas, salidas transitorias y alojamientos en determinados sectores de los penales.Pero mucho más grave se torna cuando se facilitan las fugas, a veces para provocar operaciones mediáticas con efectos políticos. A tan preocupante panorama, se suma el imaginario social,completamente refractario y muchas veces con razón, a la posible resocialización de los internos, a quienes se estigmatiza de antemano viendo como imposible su reinserción en el seno comunitario. Estos hombres y mujeres que por lo general estan comprendidos en la franja de los menores a 35 años, al egresar de los establecimientos ,no han logrado desjpojarse de sus estereotipos ,sus rasgos atávicos, el lunfardo :No se han capacitado para oficio alguno ni tiene horizontes laborales que los contengan en el futuro inmediato. La breve reseña efectuada acerca de las instituciones carcelarias de la región, es simplemente ejemplificativa .El panorama en el futuro inmediato será sombrió sin no se plantea un debate a fondo y se implementan los cambios ,no solo en el tratamiento resocializador de los internos ,sinó tambien en proporcionar salidas laborales certeras al momento de sus egresos.Mientras tanto solo tendremos depósitos de personas y crecimiento de la reicidencia, con rehenes de uno y otro lado de los barrotes carcelarios. Ellos y nosotros. "Estamos prisioneros carcelero, yo de estos torpes barrotes,tu del miedo" Coplera del prisionero.Horacio Guarany-----------------

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